En este último tiempo las mujeres venimos dando grandes
pasos en nuestra organización, tras protagonizar importantes luchas y
conquistas sobre nuestras reivindicaciones específicas.
En el país son cada vez más grandes las movilizaciones de
mujeres para que se apruebe el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del
Embarazo en el marco de la
Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y
Gratuito. Aunque actualmente este proyecto se encuentra trabado en el Congreso
en acuerdo entre el gobierno nacional y la oposición, somos cada vez más las
que nos organizamos por “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no
abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. Así como también cada
año nos encontramos en los Encuentros Nacionales de Mujeres para discutir los
temas que nos atraviesan, para organizarnos y avanzar en las luchas que tenemos
por delante.
En la Ciudad ,
muchas fuimos parte de la lucha porque se aprobara la Ley que regula los Abortos No
punibles y luego para que Macri eliminara el veto que había puesto a esta Ley;
las denuncias a la cúpula de la Iglesia Católica y su accionar permanente contra
el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, incluso en situaciones de
abuso, violencia o en los que está en juego la vida de la mujer; la Jornada de Lucha Contra
todas las Formas de Violencia Hacia las Mujeres; las denuncias y movilizaciones
realizadas ante los secuestros e intentos de secuestros por redes de trata de
mujeres en el barrio de Once, que lograron la destitución del Comisario Omar
Fernández, titular de la división “Trata de Personas” de la Policía Federal ;
la conformación de la
Cátedra Abierta “Herramientas para el Abordaje de la Educación Sexual
Integral” realizada en el IES Nº1 Alicia Moreau de Justo; la lucha de las
mujeres de la
Cooperativa Lucha y Trabajo por la reincorporación a sus
puestos de trabajo; la movilización a la Casa de Tucumán contra la absolución de los
imputados en el caso Marita Verón; la movilización por la libertad y absolución
de las hermanas Jara, presas por defenderse de un violador; son algunos de los
hechos que marcaron este camino y de los cuales fuimos parte. Este avance de
las mujeres se refleja en la conformación de un espacio de unidad y coordinación
que viene funcionando desde hace dos años en la Ciudad entre diversas
organizaciones sociales, políticas, sindicatos y comisiones internas.
En lo que respecta a nuestro trabajo diario en la FCEN y distintos institutos
de investigación, también fuimos conquistando parte de nuestras
reivindicaciones específicas. La reciente conquista de la licencia por
maternidad de las becarias y la prórroga en las becas doctorales y
postdoctorales para quienes fueran madres en el período de beca, son ejemplos
de esto. Sin embargo, cotidianamente nos encontramos con una cantidad de
necesidades y reivindicaciones que aún nos faltan abordar. En el jardín
materno-paternal de la FCEN
no hay cupos para todos los niños que lo necesitan; en las selecciones de
becarios muchos investigadores siguen prefiriendo a hombres para no correr “el
riesgo de tener una becaria embarazada”; hemos tenido casos de abuso de
autoridad frente a las mujeres, por el simple hecho de serlo. Todo esto, sumado
a la situación general de los derechos laborales e inestabilidad en los
docentes y en el sistema científico, genera mayor desigualdad de las mujeres
frente a los hombres en los distintos lugares de trabajo.
El año pasado, comenzamos a dar el debate en la FCEN respecto de la opresión
de género y los estereotipos transmitidos desde los medios hegemónicos de
comunicación y sobre cómo la ciencia puede jugar un rol para reproducir y
reforzar estas ideas o aportar a refutarlas (ver recuadro).
En este marco es fundamental que las mujeres contemos con
una herramienta para organizarnos, conocer y seguir avanzando en la lucha por
nuestras reivindicaciones. Sabemos que estas situaciones no son un problema
individual y privado, sino social político e ideológico, que se expresa en la
doble opresión que sufrimos las mujeres en un país dependiente como la Argentina.
En el camino de fortalecer las comisiones de mujeres y
generarlas donde no existan, para organizarnos en cada lugar, muchas mujeres
venimos impulsando la Agrupación Insurrectas. Porque no aceptamos esta situación
como inalterable, porque nos rebelamos y luchamos por un cambio y porque lo que
nos oprime deje de existir, en el camino de la liberación de todo el pueblo en
su conjunto.
Los estereotipos dominantes y la ciencia
En 2012 se difundió en los medios una investigación de un
profesor de la Facultad ,
Eye Fixations Indicate Men's Preference for Female Breasts or Buttocks publicado
en la revista Archives of Sexual Behavior, acerca de si a los hombres le
gustaban más los culos o las tetas. Ante esta situación muchas mujeres nos
pronunciamos e impulsamos el debate en la FCEN sobre esta investigación por reproducir los
estereotipos dominantes y profundizar el papel de la mujer como un objeto
sexual, al mejor estilo Tinelli, marcando la gravedad del hecho al ser una
investigación avalada y financiada por la propia FCEN. Esto ayudó a abrir un
gran debate, demostrando por un lado que no estamos exentos de este tipo de
violencia de género y por otro, que es necesario profundizar la discusión sobre
estos temas y la organización de mujeres en la FCEN.