18 jul 2013

Editorial

En estos tiempos en que nada parece quedarse detenido, en que las aguas de todo el mundo se agitan por la crisis y brotan nuevos afluentes a la lucha popular, en que los distintos sectores de las clases dominantes buscan reacomodarse en nuevas posiciones de poder y privilegios, mientras el pueblo sigue enfrentando viejas y nuevas miserias, en la FCEN tampoco nos quedamos quietos. Porque somos muchos los que queremos sumar voces y no aceptamos la imposición de un pensamiento único en Ciencia y Tecnología, como quedó demostrado frente al rechazo de las autoridades al dictado del curso “Aspectos sociales e Investigación-Acción en Ciencia y Tecnología”. Porque somos muchos los que queremos expresar un análisis crítico del sistema científico actual y nuestra actividad cotidiana como investigadores y docentes, con una perspectiva que no es la hegemónica en la FCEN.

En este marco, y como parte de los debates que vienen atravesando la Facultad y el sistema científico en general, publicamos este boletín. Para discutir los temas que nos interesan a una gran cantidad de docentes, graduados, investigadores y becarios que buscamos expresar un punto de vista diferente, que vemos necesaria una actividad científica-tecnológica en el marco de un proyecto de desarrollo independiente del país.

El debate actual en CyT


En los últimos años el Gobierno Nacional creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y definió un plan basado en plataformas (biotecnología, nanotecnología y TIC's) y áreas de aplicación (energía, salud, agroindustria y desarrollo social). Reabrió el ingreso a institutos de organismos como el CONICET y creó otros como el INDEAR integrado por Bioceres. Sin embargo, lo que vemos necesario debatir y cuestionamos, es que estos planes no están en función de un desarrollo integral y autónomo del país en beneficio de las grandes mayorías, sino que se circunscriben y a la vez buscan perfeccionar una nueva matriz productiva dependiente, extractivista y exportadora, basada en la soja, el petróleo y la megaminería o que se desarrollan en función de los nichos que deja el mercado internacional. Al mismo tiempo esto se financia en gran proporción con programas del BID y el BM para países como el nuestro. Nos encontramos además, en un momento en el que comienza a mostrar síntomas de agotamiento el esquema económico que el Gobierno Nacional construyó sobre esta matriz productiva. La inflación se come parte de los salarios y de los presupuestos cada año. Y por su parte sectores conservadores y liberales de la oposición proponen sincerar la situación con un ajuste y devaluación abierta.

Las consecuencias de esta política las vivimos en nuestra actividad. Así, cientos de doctores no pueden continuar en la carrera científica que iniciaron, continúa la precarización de becarios y docentes que investigan, la excesiva fragmentación institucional y entre disciplinas debido a la escasez de proyectos a mayor escala de desarrollo en áreas estratégicas; y se hace evidente la casi nula capacidad del sistema de CyT de abordar necesidades concretas de nuestro pueblo.

La situación en la FCEN


Una cuestión no menor que hace al sistema de CyT es la de los criterios de ingreso y permanencia en cargos de docencia e investigación en la FCEN. Si bien los cargos docentes son concursados, frente a la selección a dedo en otras facultades de la UBA, en el último tiempo varios concursos pusieron sobre la mesa la arbitrariedad y discrecionalidad con la que se manejan. Discutir cuál debería ser el régimen de ingreso, permanencia y promoción es una necesidad actual que tenemos los docentes de la Facultad. Cómo se definen los jurados, cómo se distribuyen los puntajes, y con qué criterios se evalúan, lograr una mayor estabilidad laboral, aumentar el número de docentes regulares, son algunos de los muchos puntos a tomar. En este sentido, es necesario democratizar los concursos, para que no quede en unos pocos decidir el sistema del cual dependemos todos los docentes. Además, los jóvenes científicos precarizados venimos organizándonos desde nuestros lugares por mejores condiciones de trabajo y acceso a derechos laborales, como aguinaldo, licencias, obra social extensible al grupo familiar. En este momento es fundamental en el marco de una paritaria en el CONICET, avanzar en la inclusión de los becarios a la misma y pelear por un aumento de nuestras becas acorde a la inflación.

Por otro lado, las partidas presupuestarias y aumentos salariales definidos por el Gobierno Nacional siguen estando por detrás de la inflación implicando casi un congelamiento, y en particular la participación de la FCEN en el presupuesto de la UBA, desde el 2007 hasta hoy, se redujo del 7% al 5,5% implicando en términos actuales $60 millones menos. Ligado a esto, está el tema de la “Caja Complementaria” con el que nos siguen descontando fraudulentamente del salario a docentes e investigadores.

En este último tiempo, desde la AGD y la minoría de graduados en el Consejo Directivo, los docentes venimos dando algunos pasos sobre reivindicaciones y diversas problemáticas. Por un lado, logramos que algunos de los concursos más arbitrarios fueran anulados. También logramos algunos cambios concretos en el reglamento de concursos, como por ejemplo la inclusión del derecho a prórroga del cargo por enfermedad, un derecho básico que no estaba contemplado. También existen otros proyectos en discusión, por ejemplo, para que los docentes interinos puedan ser nombrados por hasta tres años, como los regulares, y no tengan que concursar en cada concurso regular. Sin embargo, mucho queda por discutir y es necesario que avancemos en este camino.

También somos cada vez más quienes nos interesamos y participamos en proyectos de extensión, como Chaco Exactas, Taller de Aguas y otros, que a contrapelo de lo hegemónico en la FCEN, vienen desarrollándose poniendo en discusión la extensión, los contenidos y las prácticas en nuestra formación. En este último tiempo, muchos de esos grupos han dejado de ser financiados por la Facultad, que al mismo tiempo no propicia el espacio físico para que puedan seguir desarrollando sus actividades.

Por todo esto, nos proponemos seguir discutiendo y aportando herramientas para abordar estos debates, buscando la unidad de la mayoría de graduados, docentes, becarios e investigadores, entendiéndonos como parte de un movimiento popular que busca avanzar en el camino de un proyecto emancipador, de liberación nacional y social, que no entre en el juego de ninguno de los sectores de las clases dominantes y pueda darle a la Argentina un desarrollo en CyT independiente, autosostenido e integral en beneficio de las grandes mayorías.

Invitamos a sumarse a todos los docentes, graduados, investigadores y becarios que quieran aportar en este sentido.

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Potencial
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