5 mar 2014

Sobre el concurso de Profesor del FBMC

Dejando apenas por un momento de lado quiénes son particularmente los concursantes y jurados en el concurso en cuestión, es importante que los graduados, docentes, becarios e investigadores de la FCEN nos detengamos a reflexionar sobre cómo se vienen desarrollando en general los concursos en nuestra Facultad.

Cada vez es más común escuchar en el Consejo Directivo la defensa de concursos con dictámenes inconsistentes que se caen pos sí solos. En la última sesión, las pobres justificaciones vertidas por las autoridades de la FCEN para lograr aprobar un concurso con numerosos y gravísimos cuestionamientos, dejan ver hasta qué punto esta minoría de profesores que controla el Consejo Directivo es capaz de llegar.

Por eso, se hace cada vez más necesario avanzar en la democratización del sistema de concursos y que la mayoría de los docentes tengamos una injerencia más directa en cómo se definen los criterios de evaluación y en definitiva en los propios concursos.

A continuación, reenviamos la siguiente declaración de la AGD-FCEN que aborda el debate de este último concurso.


  El lunes pasado se aprobó en el Consejo Directivo, con los votos de las autoridades de la FCEN, una cuestionada selección interina de Profesor dedicación simple del FBMC. El concurso, que recibió el repudio de numerosos docentes dentro del Departamento y fue impugnado por 3 de los 5 concursantes, presenta varios aspectos que deben ser revisados. Así fue planteado oportunamente por el representante de la minoría de graduados en la última sesión del Consejo Directivo, que presentó un proyecto por la anulación de este concurso. Sin embargo, una vez más la mayoría absoluta de las autoridades con los votos de ADU y Sumatoria impusieron su decisión y avalaron el concurso sin considerar ninguno de los cuestionamientos.

  Dentro de los cuestionamientos más importantes se encontraban:
  1. La antigüedad de los antecedentes docentes se saturó en 5 años, lo que resulta extremadamente llamativo para un cargo simple de profesor. A la hora de justificarlo, el jurado consideró que no podía valorarse "la mera antigüedad" en un cargo, desvalorizando y menospreciando la trayectoria y el compromiso de docentes con más de 15 años de trabajo en la FCEyN. De esta manera, se avanza con la liquidación de hecho de los años de aporte y dedicación a la docencia en la FCEN. Así fue como uno de los concursantes, que tenía justamente 5 años de antigüedad docente como JTP, fue favorecido frente al resto de los concursantes.
  2. El jurado también decidió anular las encuestas docentes en su consideración, planteando que todos los concursantes tenían el mismo puntaje. Sin embargo, uno de los concursantes es el que menor puntaje tiene en las encuestas y ha recibido preocupantes comentarios de los estudiantes acerca del maltrato que ejerce en muchas de sus clases. Lo mismo ocurrió a la hora de considerar los cargos regulares frente a los obtenidos sucesivamente por corrimientos en el orden de mérito.
  3. En relación a los antecedentes científicos, el jurado cometió errores a la hora de calcular los índices, dado que incluyó dentro de las publicaciones de uno de los concursantes un paper que había sido retractado. Este error tampoco fue corregido en la ampliación de dictamen.
  4. Por otro lado, también fue muy llamativo el hecho de que, en el dictamen del concurso, el jurado consideró importantes los antecedentes de gestión de uno de los concursantes pero, en la ampliación de dictamen, el jurado se contradice planteando que si bien conocían sus antecedentes de gestión, no los habían tomado en cuenta.

  Con todos estos cuestionamientos, el concurso le otorgó el cargo a un conocido integrante de la agrupación de graduados Sumatoria y parte de las autoridades de la FCEN, que incluso encabezó la lista en las pasadas elecciones de graduados para el Consejo Directivo. Además, dentro del jurado se encontraban otros dos reconocidos miembros de la agrupación de profesores ADU que, junto a su agrupación de graduados Sumatoria, ostentan la mayoría absoluta en el Consejo Directivo controlando 11 de los 16 votos. Lo que en un principio prometía ser un conflicto de intereses difícil de resolver a la hora de evaluar a los concursantes, se convirtió luego en un concurso plagado de favoritismo donde los criterios fueron diseñados y aplicados para favorecer a uno de los concursantes, Federico Coluccio.

  A la hora de defender este concurso las autoridades de la FCEN utilizaron dos argumentos muy curiosos, que vale la pena comentar. Reboreda, el electo decano, argumentó en favor de la aprobación diciendo que "aunque consideraba que los criterios del jurado era equivocados, de todas formas correspondía aprobarlo porque era atribución del jurado y el Consejo Directivo no debía interferir". Sin embargo, es justamente una de las atribuciones del Consejo Directivo la posibilidad de intervenir y anular un concurso cuando considera que existió arbitrariedad manifiesta, es decir, que los criterios usados se diseñaron para perjudicar a uno o más concursantes o favorecer a otro. López de Casenave, Secretario Académico de la FCEN, incluso argumentó que "es válido aprobar concursos que tengan criterios diametralmente opuestos, mientras éstos fueran elegidos por un jurado votado". Así, los docentes concursamos para mantener o perder nuestro trabajo en condiciones que pueden cambiar de un día para otro. Lo que tampoco dicen las autoridades es que esta situación es producto de un reglamento de concursos totalmente ambiguo y laxo que da lugar a que ocurran estas situaciones.

  En relación al jurado, las autoridades de la FCEN, lejos de hacerse cargo de la parcialidad que implica que miembros del mismo bloque de gobierno de la FCEN como ADU y Sumatoria se evalúen entre sí, pateó la pelota al otro lado diciendo que "es responsabilidad de la minoría de graduados y de los concursantes por no haber recusado previamente al jurado". Con lo que no se entiende si el planteo es un reconocimiento de que la parcialidad existió pero se llegó tarde a denunciarla o una invitación a tener que recusar en el futuro todos los jurados compuestos por miembros de la agrupación de profesores ADU y de graduados Sumatoria. Lo que no dicen las autoridades de la FCEN, y es lo más importante en este tipo de casos, es que el jurado debería haberse abstenido de opinar respecto de un concursante de su misma agrupación.

  Desde la AGD, queremos manifestar nuestro repudio a este tipo de maniobras que no hacen más que continuar enturbiando el sistema de evaluación docente, dejando sin la posibilidad de promocionar a un cargo de profesor a los docentes que realmente lo merecen. Por otro lado, ratificamos la denuncia de que en este concurso existió parcialidad de los jurados y arbitrariedad manifiesta para otorgarle el cargo a un concursante miembro de las autoridades de la FCEN frente a otros candidatos con mayor trayectoria docente, antecedentes científicos y que son ampliamente respetados y valorados por sus colegas y por los estudiantes.

  Llamamos a los graduados, docentes e investigadores de la FCEN a la reflexión crítica y a la acción colectiva para transformar el sistema de evaluación docente de la FCEN para el ingreso, la permanencia y la promoción de los cargos. Para que los concursos docentes estén basados en una verdadera valoración académica y científica y no haya lugar para las arbitrariedades, los cambios de criterios para favorecer a determinados candidatos y el amiguismo político que tanto fomentan las autoridades de la FCEN.

agdFCEN
Asociación Gremial Docente FCEN/UBA CONADUH/CTA
Potencial
graduados, docentes, becarios e investigadores de la FCEN

escribinos a: potencial.fcen@gmail.com
buscanos en FacebookPotencialFCEN
seguinos en Twitter: @PotencialFCEN