Este
año arrancó movido, cada día nos depara una nueva noticia, una
nueva situación a afrontar y donde nada parece quedarse detenido. A
la inflación que debíamos correr día a día para tratar de llegar
a fin de mes, ahora hay que agregarle la devaluación, el aumento de
los precios en
los alimentos y la gran mayoría de los productos, el
combustible, el aumento de más del
30% en medicamentos y más de 65%
en el transporte.
Cotidianamente
nos encontramos con diversos debates en relación a todas estas
cuestiones. La crisis económica, la inflación, la devaluación, los
salarios y las becas que no alcanzan, la pelea por el aumento de los
mismos. Los precios que suben, que se
acuerdan y la lista de precios tan cuidados
como inhallables. Los despidos en la rama
automotriz, autopartista y
en la industria electrónica donde en la Provincia de Tierra del
Fuego alcanzó sólo en enero al 25% del los trabajadores del
sector. En muchos
de nuestros lugares de trabajo los subsidios de investigación se han
depreciado enormemente dificultando
el desarrollo de las investigaciones, la adquisición de insumos y
equipamiento. Responsables y damnificados. Qué hacen,
qué hacemos, cómo, en qué medida.
Asistimos así a un momento donde muchos
sentimos que, lejos de seguir a
un lado observando los acontecimientos,
queremos empezar a hacer, a ser protagonistas.
En
este marco, y como parte de los debates que
vienen atravesando la
Facultad y el sistema científico en general, queremos seguir
aportando herramientas para desentrañar esta
situación, esta crisis,
sus orígenes, su desarrollo, sus consecuencias. Compartiendo
un análisis de la situación que busca aportar claridad en quiénes
son sus principales afectados, sus responsables, y las necesarias
acciones a tomar en consecuencia, qué hacer, cómo, hasta dónde. Y
en esta nueva situación que empieza a exigirnos ser más actores que
observadores, seguir empujando la necesaria unidad de la mayoría de
graduados, docentes, becarios e investigadores que
vemos necesaria una actividad
científica-tecnológica en el marco de un proyecto de desarrollo
autónomo e independiente
del país.
El
futuro llegó hace rato
A
mediados del año pasado Cristina Kirchner había afirmado:
“Los
que quieren devaluar que esperen otro gobierno”.
Pero como versa la popular canción: “el
futuro llegó hace rato, todo
un palo, ya lo ves!”.
Cuando Cristina Kirchner inició su
segundo mandato en 2011 el dólar cotizaba a $4,27. Hoy ronda los $8
si tomamos el dólar oficial.
A
la inflación que venía comiéndose parte de los salarios y de los
presupuestos año a año, ahora hay que agregarle la devaluación que
inevitablemente se traslada a los precios
en una Argentina dependiente y dominada por terratenientes y
monopolios que arrastran los precios de los productos internos a sus
precios de exportación. El mes pasado, el propio ministro
de Economía Kicillof reconoció que la
inflación para el mes de enero fue del 3,7%, lo que a simple vista
puede proyectarse en alrededor de una inflación del 50% anual. Con
este nuevo esquema, son los ingresos populares, los trabajadores
activos, pasivos y desocupados, los que están en situación de
precarización, flexibilizados, tercerizados y los que reciben planes
sociales, los más afectados por estas medidas. Mientras, son
los monopolios, los bancos, los pooles de
siembra y
terratenientes los que siguen beneficiándose. Así,
en
medio de la crisis energética, anunciaban
una indemnización de 5.000
millones
de dólares a Repsol. Es
que en estos 10 años de gobierno kirchnerista se mantuvo el modelo
de país dependiente, agro-sojero
y minero exportador, que
beneficia a este
puñado de empresarios, monopolios imperialistas y terratenientes.
En su
último discurso Cristina Kirchner habló sobre los salarios de los
docentes y el “presentismo”. En el mismo sentido que el
año pasado cuando dijo que “tienen 4 meses de vacaciones y se
quejan” en esta oportunidad volvió a insistir intentando
diferenciar entre los que “concurren todo el año” y
aquellos que “abandonan a sus alumnos”, con una suerte de
“presentismo” que se expresa como una amenaza para aquellos
docentes que se atrevan a realizar medidas de lucha. De esta manera,
la propuesta del gobierno nacional de un 22% de aumento salarial en
cuotas, o en el mejor de los casos un acuerdo alrededor del 30%, se
evidencia muy lejano a la proyección del 50% de inflación anual.
Estas consecuencias de la inflación y la devaluación son las que el
gobierno intenta negar sistemáticamente para poder justificar así
el no incremento de salarios y presupuestos de Educación, Salud y
CyT de acuerdo a las necesidades concretas.
La
política de derechos humanos del gobierno choca con la realidad
cuando Cristina
Kirchner
defiende el fallo de un juicio armado que condena a cadena perpetua a
los
trabajadores
petroleros de Las Heras
que
salieron a luchar contra la precarización laboral y el impuesto al
salario
y
critica las
masivas
protestas por la absolución de los mismos. En
el mismo sentido,
condena también la metodología de protesta en las calles y cortes
justificando los desalojos y la represión, e invita al resto de los
sectores de las clases dominantes a unirse a
“legislar”
tras este
objetivo. Hasta
el propio Macri aplaudió la iniciativa.
Mientras, el
gobierno mantiene como jefe
del Ejército a César
Milani, implicado en tres causas penales por su participación en
la dictadura.
El
sistema de CyT
En
los últimos años el gobierno
creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y definió un plan
basado en plataformas (biotecnología, nanotecnología y TIC's) y
áreas de aplicación (energía, salud, agroindustria y desarrollo
social). Reabrió el ingreso a institutos de organismos como el
CONICET y creó otros como el INDEAR integrado por monopolios
del agro como Bioceres. Pero
estos planes no están en
función de un desarrollo integral y autónomo del país en beneficio
de las grandes mayorías, sino que se circunscriben y a la vez buscan
perfeccionar una nueva matriz productiva dependiente, extractivista y
exportadora, basada en la soja, el petróleo y la megaminería o que
se desarrollan en función de los nichos que deja el mercado
internacional. De esta
forma, se financia
principalmente con
programas del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID)
y el Banco Mundial (BM)
para países como el nuestro.
El
gobierno insiste en hacer pasar un balance de
la política
en CyT signada
por su gran crecimiento. Así, Cristina
Kirchner
en su discurso dijo
que en los últimos 10 años crecieron los salarios y la cantidad de
becarios de CyT en
la Argentina pasó de 1,8 ‰
a 3
‰ sobre la población. Sin
embargo, desde hace algunos años hasta la
actualidad donde el esquema
económico construido
sobre esta matriz productiva
ha mostrado su desenlace
signado por la inflación y
la devaluación,
vienen siendo los
salarios, los montos de las
becas y los presupuestos los
depreciados cada año, junto
a la casi nula capacidad del
sistema de CyT de abordar necesidades concretas de nuestro pueblo.
Las
consecuencias de esta política las vivimos cotidianamente
en nuestra actividad. Desde
el año 2010 en adelante, las convocatorias del
CONICET a
becas PosDoc e ingreso
a carrera
de investigador
(CIC) se
manifiestan como el “cuello de botella” del propio sistema. En
cada una de estas
últimas tres
convocatorias fueron
rechazadas alrededor de
1.500 presentaciones
de doctores. Son
miles de jóvenes científicos y doctores que han
quedado fuera del sistema en el último
período debido a esta situación estructural.
A esto se suma la falta de una planificación del sistema de CyT en
función de un desarrollo integral y autónomo del país. Así, la
propuesta del gobierno de inserción de los doctores en el sistema
productivo ha mostrado sus marcados límites. Mientras miles
somos
expulsados año a año del
sistema sin
poder continuar la carrera científica que iniciamos,
los “casos de éxito” del programa +Valor.Doc impulsado
por el gobierno, desde su
creación hasta aquí, no llegan a diez. Recientemente,
también han sido fuertemente afectados por la devaluación
e inflación los subsidios de
investigación dificultando, e
imposibilitando en algunos casos, el
desarrollo de las investigaciones, la adquisición de insumos y
equipamiento.
La
situación en la FCEN
En
la Universidad las partidas presupuestarias vienen hace
años por
detrás de la inflación. El
último presupuesto nacional aprobado por el gobierno fijó
un aumento del 73,2% más que el
año anterior
al
pago de la deuda externa y un aumento sólo del 11,4% en Educación y
un 10,9% en Salud. Acto
seguido, anunciaron la indemnización
de 5.000
millones
de dólares a Repsol. A
todo esto, la
FCEN continúa involucrada en medio del acuerdo de YPF
con Chevron, justificado por las autoridades y con miembros de su
agrupación ADU integrando el directorio de YPF.
Por otro lado, la
participación de la FCEN en el presupuesto de la UBA continúa
decreciendo. En
el período 2007-2013, se
redujo del 7% al 5,5%, equivalente a más
de
$60
millones menos. Así
fue como a fin de año pasado “eligieron”
al Rector de la UBA en un Congreso Nacional rodeado por vallas y la
policía federal que impidió el ingreso de consejeros para sesionar
a puertas cerradas, sin debatir sobre los problemas de la UBA y cómo
resolverlos. Así eligieron a Barbieri como Rector, y la semana pasada al Vicerrector Richarte de extenso prontuario, cristalizando el acuerdo entre los grupos kirchneristas, radicales
(UNEN) y hasta del PRO que vienen gobernando la UBA, para encaminar
el proceso de transición a esta nueva situación política y
presupuestaria.
En el
caso de los salarios de los docentes, la paritaria de 16 meses en
cuotas impuesta en marzo de 2013 por el gobierno y los gremios afines
demuestra en la práctica su carácter, el congelamiento del
salario de los docentes universitarios por 16 meses hasta Julio de
2014. La última cuota del 7% recibida el mes pasado es el último
aumento hasta el mes de julio. Así, la intención del gobierno
es no discutir la situación salarial de los docentes hasta mitad de
año. También
sigue vigente la “Caja Complementaria” con la que nos descuentan
fraudulentamente del salario a los docentes. Mientras, continúa la
precarización de quienes somos becarios y docentes: en este último
tiempo se han incrementado la cantidad de interinos, así como el
retraso en las designaciones y las
designaciones
docentes
por sólo 6 meses.
En este
último período, las autoridades de la FCEN han profundizado sus
prácticas discrecionales y arbitrarias. Con su mayoría absoluta en
el Consejo Directivo de 11 sobre 16 consejeros no sólo rechazan el
dictado de cursos que expresan un análisis crítico del sistema
científico y nuestro quehacer diario como investigadores y docentes
y se oponen a que los distintos grupos de extensión que funcionan en
la FCEN puedan tener un espacio para su funcionamiento. Ahora también
es cada vez más común encontrar concursos docentes y criterios que
ponen sobre la mesa esta arbitrariedad y discrecionalidad con la que
son manejados. Incluso en los últimos concursos las pobres
justificaciones vertidas por las autoridades de la FCEN para lograr
aprobar un concurso con numerosos y gravísimos cuestionamientos,
dejan ver hasta qué punto son capaces de llegar. Basta recordar los
sucesos de la última elección de decano, que incluyeron la votación
de decano y vicedecano en medio de forcejeos y golpes a los
estudiantes, la toma del decanato que no impidió el dictado de
clases, la imposición por parte de las autoridades del cierre de
aulas, la Biblioteca Central y el Jardín Maternal junto al paro del
gremio no-docente y, finalmente, el intento de las autoridades junto
a los Directores de Departamentos de imponer un “paro activo”
cuando muchos docentes resolvíamos continuar con nuestras clases y
el debate en los playones, comedores y pasillos. En todos esos
sucesos las autoridades, lejos de buscar el diálogo con los
estudiantes, intentaron organizar una marcha en contra de los mismos,
que finalmente no terminó de ser por la sentada al canto de “abran
las aulas que queremos estudiar” que los estudiantes realizaron en
las escalinatas de entrada al Pab II.
Sin
embargo, también durante este último tiempo,
los graduados, docentes, becarios e investigadores pusimos en debate
una cantidad
de cuestiones. En este último
tiempo, desde la AGD y la minoría de graduados en el Consejo
Directivo, los docentes venimos dando algunos pasos sobre
reivindicaciones y diversas problemáticas como
lograr que
algunos de los concursos más arbitrarios fueran anulados y
cambios concretos en el reglamento de
concursos, como la inclusión
del derecho a prórroga del cargo por enfermedad. Pero
aún queda mucho por discutir y avanzar
en este camino. Para
avanzar en la igualdad
de derechos entre docentes interinos y regulares, logrando
una mayor estabilidad laboral y aumentando
el número de docentes regulares. Para
avanzar en la
necesaria democratización del sistema de concursos y
el régimen de ingreso, permanencia y
promoción del cual dependemos todos los docentes.
Cómo se definen los jurados, cómo se distribuyen los
puntajes, y con qué criterios se evalúan. Para que tampoco queden
fuera del sistema miles
de jóvenes
científicos y doctores por la situación
de becas PosDoc e ingreso a carrera CIC.
Es
momento
En
el mundo se recrudece la disputa entre distintos imperialismos.
Ucrania es muestra de la disputa entre yanquis, rusos y europeos por
el desenlace de su crisis económica en un país donde Rusia invadió
con tanques y aviones. En América Latina, Venezuela enfrenta por una
lado las maniobras desestabilizadoras organizadas por grupos
opositores de derecha y alentadas por el imperialismo yanqui y, por
el otro, el agravamiento de la crisis de una economía centrada casi
exclusivamente en la producción y exportación de petróleo.
En
nuestro país, mientras los sectores “rivales” encabezados por
Massa, el PRO y UNEN acuerdan con el kirchnerismo las medidas para
seguir descargando
esta
crisis sobre
las espaldas de las grandes mayorías, como la
devaluación, la inflación, los aumentos en el transporte
y
los
topes salariales; se
limitan a disputarse
quién quedará
mejor posicionado
para
el 2015. Así,
siguen sosteniendo
el
modelo
de país dependiente, agro-sojero y minero exportador, que continúa
beneficiando
a un puñado de monopolios, bancos, pooles de siembra
y
terratenientes.
Hoy,
más que nunca, está en juego quién pagará esta crisis. Si
los trabajadores y las mayorías populares, o quienes se beneficiaron
con este modelo todos estos años: los monopolios,
bancos, pooles de siembra
y
terratenientes. En
todo el país, se
van multiplicando los paros y movilizaciones para que la inflación
no se devore el salario. Los
docentes de la Provincia de Bs.As. van por la tercera
semana de paro rechazando la propuesta del 31% en cuotas. En
la Provincia de Tierra
del Fuego también
rechazaron
la propuesta del
30% y se
sumaron masivamente
al
paro y
movilización.
En
este marco, los docentes universitarios tenemos una pelea
importante que dar, conquistar la inmediata reapertura de la
paritaria impuesta por 16 meses hasta julio, para poder discutir la
recomposición del salario y los presupuestos que ya están muy por
detrás de la situación económica. Los becarios de CyT junto al
movimiento de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP) ya han
empezado a discutir y organizarse por la defensa del salario, el
aumento de los montos de las becas y los derechos laborales,
aguinaldo,
licencias, etc.
El
acuerdo por arriba entre los distintos sectores de las clases
dominantes para seguir descargando
esta
crisis sobre
las
grandes mayorías deja
planteada la necesidad de profundizar la coordinación
por abajo de la mayoría del pueblo, trabajadores, docentes,
investigadores, becarios y estudiantes para darle una salida a favor
de las grandes mayorías populares.
Por
todo esto, nos proponemos seguir aportando herramientas para abordar
esta
situación,
buscando la unidad de la mayoría de graduados, docentes, becarios e
investigadores, entendiéndonos como parte de un movimiento popular
que busca avanzar en el camino de un
proyecto emancipador, de liberación nacional y social, que no entre
en el juego de ninguno de los sectores de las clases dominantes y
pueda darle a la Argentina un desarrollo en CyT independiente,
autosostenido e integral en beneficio de las grandes mayorías.
Invitamos
a sumarse a todos los docentes, graduados, investigadores y becarios
que quieran aportar en este sentido.
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